Ocho Eme
"Dale a una mujer una casa y te dará un hogar, dale a una mujer una semilla y te dará una familia. A mi dame un palo porque realmente en eso estoy interesada" - Laila Roth
Hola, mis Substackers ¿Cómo les va? llegamos a una nueva edición de Sin Códigos.
¿Cómo pasaron la semana?
Estamos entrando, mientras escribo estas palabras, en la víspera del 8M. Admito que este año la fecha me tomó por sorpresa. La semana pasada empecé a ver algunas campañas de diferentes organizaciones y pensé “que raro, si falta un montón” pero no,no faltaba un montón simplemente soy yo que estoy completamente perdida en el calendario.
En honor al 8M esta edición será principalmente feminista, interseccional, pragmática y lleno de contradicciones. Igualita a quien les escribe.
¿Y dónde están las feministas?
Revisando campañas me encontré con sabor a poco. No sé si soy yo o es el momento que vivimos. Mi sensación es que el feminismo está pasando por un bear market, y como tantos movimientos que abogan por la diversidad e inclusión se lo está llevando puesto una realidad donde las crisis son cada vez más profundas, urgentes y aparentemente inevitables.
¿Que podemos hacer en este contexto hostil? Es tal vez un buen año para la introspección, ordenar prioridades y proteger los logros obtenidos.
El feminismo es un movimiento amplio y diverso donde muchas de sus ramas no solo no se ponen de acuerdo, están directamente enemistadas. Tenemos radfems vs interseccionalidad, abolicionistas vs regulacionistas. Existen también feminismos que son atravesados por cuestiones de identidad, orientación política, clase y religión. El feminismo puede abarcar charlas sobre como el uso del femenino en el español cambia nuestra forma de pensar pero también ocuparse de problemas inmediatos y tangibles como asistir la gestión menstrual en regiones de bajos recursos o abogar por la inclusión laboral de personas en situación vulnerable. Existen feminismos de ricas y feminismos de pobres. Feminismos que excluyen y feminismos que abrazan.
Muchos de estos feminismos nos dirán que son el único, válido y verdadero. No seré yo quien los juzgue, porque al margen de lo que creo correcto esos otros feminismos no van a dejar de existir.
Cuando pasa algo grave y la gente pregunta “¿Dónde están las feministas?” Yo siempre me pregunto de QUÉ feministas hablan ¿Quién esperan que aparezca? ¿Quieren que hablen referentes específicas o buscan la indignación colectiva? Quizás esperan respuesta de un organismo particular. De nuevo, no juzgo, pero pienso que incluso en ese reclamo “las feministas” son más un concepto, una idea, y no personas de carne y hueso que muy probablemente, en algún lugar del mundo, estén efectivamente empatizando con nuestra causa. Y el problema es que cuando esperamos algo intangible cualquier representación en la realidad nos va a resultar insatisfactoria.
El feminismo supo tener luchas colectivas donde algunas diferencias se desdibujan en pos de un objetivo común. Una de las últimas grandes luchas que tuvo el movimiento a nivel local fue la legalización del aborto, un largo camino atravesado por diferentes militancias que devino eventualmente en ley.
No era raro en 2018 encontrar personas de diferente afinidad política marchando juntas por este interés común. Fue una fuerza que atravesó al movimiento y todas sus actividades por años.
Desde entonces no se volvió a ver ese nivel de unidad, y es natural, porque no hay consenso sobre objetivos comunes. Existe hoy en día una sectorización marcada por ideales donde parece que es imposible empatizar con quienes están por fuera de nuestro radar de pertenencia. Un ejemplo claro de esto es la situación Israel - Gaza. Se han hecho campañas intentando que organismos internacionales investiguen los crímenes sexuales perpetrados durante el 7O. Yo no necesito que ninguna organización me confirme que la violencia sexual está siendo utilizada como método de tortura. Me basta con conocer la naturaleza humana y saber que en todas las guerras somos las primeras en perder absolutamente todo, hasta la dignidad más básica. Pero pareciera que para ciertos sectores admitir que eso sucede implica sacarle importancia a la realidad que viven las mujeres palestinas como si esto fuera una especie de Boca - River bizarro. Hay que tener cuidado con caer en esos esquemas binarios y reservarlos para las computadoras. Para el feminismo no debería ser un dilema representar los intereses de todas las mujeres.
Esta sectorización está afectando también de forma directa a individuos y colectivos vulnerables que encontraron en el feminismo un lugar de pertenencia y hoy vuelven a ver como el eje de las discusiones se desplaza lentamente a la mujer hetero cis como centro absoluto del movimiento. Años de trabajo parecen desaparecer en una sociedad cada vez más enojada y menos tolerante.
Vivimos tiempos tristes donde la unidad falla y en pos de defender lo que creemos correcto no tenemos problema en pisar alguna cabeza. Tengo fe que esto sea un traspié y podamos eventualmente y a pesar de ciertas diferencias, volver a encontrar un rumbo.
El periodista, el pelado y la bruja
La semana pasada durante el estreno del programa de Rebord en Blender la comunidad twittera de X aprovechó para indignarse por la falta de representatividad que tienen las mujeres en los “nuevos medios“.
Para quienes no están en la onda, los nuevos medios de los que hablamos son canales de streaming que han ido creciendo como medios independientes, conformados por una amalgama de personalidades importadas de los medios tradicionales pero incorporando también nuevos jugadores.
En lo que a Blender se refiere la grilla de programación quedó así:
Podemos notar la amplia mayoría masculina entre quienes participan de la programación. Se hicieron diferentes planteos al respecto pero la crítica principal es que al final los nuevos medios están tomando de los viejos medios una de sus peores cosas: la falta de diversidad.
El planteo me parece válido pero también ligeralmente demodé. Nuestra realidad exige un paso extra a la queja. Requiere una acción, una solución. Aunque sea un boceto de solución ¿Por qué? Porque la realidad ya no nos tiene paciencia y si no hacemos algo práctico quedamos simplemente como las viejas que le gritan a la nube.
Ahora, yendo específicamente al programa de Rebord ¿Necesita incluir mujeres? ¿Es un espacio donde las mujeres desean estar? ¿Es necesario incluir una mujer en cada espacio? ¿Alguna de ustedes desea, de corazón, habitar ese espacio?
No quiero influir la votación pero mi voto es negativo. El espacio Rebordiano es una intersección perfecta entre bro y peronismo. Es la mancave peronista por definición y si es por mi que lo siga siendo, siempre podemos tener otros espacios de coincidencia amigable.
Rebord, si llegás a leer esto quiero que sepas que disfruto mucho tu contenido, y que te dedico esta edición feminista aunque me hayas boludeado con este retweet. No hard feelings, bro.
Tradwives
Voy a cerrar esta edición hablando de un tema que apela al feminismo y sus contradicciones: el movimiento tradwife.
"Tradwife" es la abreviatura de "traditional wife" (esposa tradicional en inglés). Se refiere a mujeres que prefieren adoptar un rol tradicional en el hogar, enfocándose en ser amas de casa, cuidar de los hijos, y apoyar a sus esposos, en contraposición a la tendencia actual de priorizar una carrera profesional fuera de casa. La idea detrás del término "tradwife" es celebrar y revivir el estilo de vida y los roles de género más tradicionales poniendo a la mujer es posición de ama de casa o como les gusta decir a ellas “hacedoras de hogares”.
Conocí el trend por culpa de gracias a Tiktok, donde máximas referentes de la escena como Estee Williams comparten consejos y trucos para adoptar este estilo de vida. Los consejos se centran en como cocinar, limpiar o presentar una mesa, recibir invitados y cuidar tu colección de delantales. Si hermanas, colección de delantales, porque esos vestidos preciosos se pueden arruinar si estamos limpiando. Pero eso no es todo, también hablan sobre temas que hacen a la dinámica económica de la familia como consejos para sobrevivir el mundo moderno en una casa con un solo ingreso económico .
Obviamente mucho del contenido que hacen estas influencers está directamente relacionado con hombres: desde como vestirse para recibirlos después de un largo día de trabajo hasta como encontrar un hombre del que se pueda depender económicamente y que no termine siendo un psicópata, violento y manipulador.
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Cómo se podrán imaginar esta elección de vida tiene detractores por todos lados, desde activistas preocupadas por que estas elecciones de sumisión al hogar y dependencia económica sean peligrosas para las mujeres en cuestión a personas que directamente lo consideran una afrenta completa al feminismo y sus logros.
Yo decanto por la segunda, pero también acepto que es parte del feminismo que cada una pueda elegir que hacer con su proyecto de vida. No deja de parecerme una locura, pero no será ni la primera que nos toque vivir este año.
Recomendados:
Economía Feminista de Mercedes D’Alessandro - Este gran libro plantea nuevas dimensiones a las viejas discusiones sobre desigualdad y pobreza al tiempo que aporta ideas para construir una sociedad más igualitaria y justa.
La biblioteca digital de UNESCO donde pueden encontrar diferentes informes que se realizaron. Especialmente útiles los reportes sobre igualdad de género en STEM, ideales para usar como fuente en charlas y demás.
Eso es todo por esta edición, la semana que viene les prometo que hablamos de Dune o algo más feliz.
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¡Nos vemos la semana que viene!
Gran post!!! 🙌🙌🙌
que grandee <3