Hola, soy Bel Rey y esto es Sin Códigos, un newsletter semanal donde discutimos sobre la importancia que tiene la tecnología en nuestra vida más allá del código y la programación. Me gusta dar opiniones técnicas e informadas sobre novedades tecnológicas y abrir el debate para entender mejor a donde nos está llevando este mundo en constante evolución. Sin Códigos sale todas las semanas, usualmente los viernes y te suscribís acá:
¡Hola Códigonautas!
Hace un mes que no publico absolutamente nada en este newsletter que SE SUPONE es de regularidad semanal. Me estaba haciendo la sota respecto a este tema pensando que había pasado desapercibido pero hoy una persona me lo recordó y me sentí en la imperiosa necesidad de corregir mi error.
No se sientan mal, no es personal. Hace un mes que no escribo absolutamente nada, en ningún formato. Estoy bastante desmotivada con respecto a la creación de contenido y me decidí a explorar otras pasiones (arreglé la impresora 3d e imprimí un Cthulu gigante).
Cómo algunos de ustedes recordaran estuve de vacaciones en Miami y Orlando desde donde escribí, algo irónicamente, de lo espantoso que me parece que la gente nos regale su vida como consumo.
En este viaje descubrí algo terrible. Corría nuestro segundo día de parques, visitando Disney Hollywood Studios, que tiene un área dedicada a Star Wars que me encanta visitar. Cuando llegamos y anticipando mi emoción mi marido grita: “MIRÁ AMOR, EL MILLENNIAL FALCON”. Me reí, que gracioso, que simpático. Digno de mi esposo con vibras de golden retriever.
Horas después, tras varias repeticiones, me di cuenta que no lo decía en chiste. Me casé con una persona que estaba convecida con todo su ser de que la nave de Han Solo se llama Millennial Falcon.
Lo corregí, nos reímos. Después tuvimos una charla seria. Sospecho de todos modos que nuestro amor es fuerte y podremos sobrepasar esta crisis.
Terminada esta pequeña intro de caracter personal pasamos al tema de hoy. Volveré a la rueda de escribir como es debido, creo, espero. Los extrañé, gracias por leerme.
¿Discos rígidos? No gracias
Como ya dije reiteradas veces, el mes pasado estuve en Disney. Tuve el placer de visitar Epcot, cosa que nunca había hecho en visitas anteriores. Me subí a la atracción que recorre por dentro la famosa bola que supo ser una maravilla de la ingeniería y uno de los mayores símbolos de los parques de Orlando.
Si bien fue modificada varias veces, es una atracción vieja. Mientras recorría los diferentes logros de la humanidad en formato animatrónico me puse a pensar lo sorprendentemente bien sincronizado que está el audio con el paso de cada carro por las escenas. Por cada movimiento de la atracción los diferentes carros están reproduciendo un audio distinto para cada persona.
¿Qué hay detrás de la construcción y el diseño de las atracciones?
Los juegos en Disney están abiertos alrededor de doce horas por día los 365 días del año. Eso son unas 4380 horas al año. Si, leyeron bien, no hay feriado que cuente en la tierra del ratón, lo único que los hace cerrar son huracanes, pandemias y probablemente la muerte de algún mandatario. Esto significa que las atracciones se construyen para durar, por ejemplo la Tower of Terror (mi atracción favorita) cumple este año, en julio, unos módicos treinta añitos desde su inauguración.
Pero la durabilidad no se limita a la parte mecánica de las atracciones, los parque tuvieron que resolver otro problema importante, donde guardar los medios que necesitan los juegos para funcionar. Audio, imagen y video suelen ser parte fundamental de las experiencias y al igual que su contraparte física también tienen que estar disponibles constantemente.
Una de las cosas que aprendí es que en Disney aparentemente no se usan discos rígidos con cabezal giratorio porque el mecanismo se desgastaría demasiado con el acceso constante a la información. Los discos rígidos funcionan de forma similar a un tocadiscos, donde varios discos giran y un cabezal mueve un brazo con un lector para acceder a la información. Estos mecanismos se desgastan con el movimiento por eso en la tierra de Walt la información se suele guardar en discos de estado sólido como memorias CompactFlash o discos SSD.
Este tipo de discos escriben y leen datos a través de descargas eléctricas y si bien tienen un cierto desgaste en el tiempo la realidad es que la taza de recambio es mucho menor que con un dispositivo mecánico.
Pero el tema no es solamente como guardarla, también donde: la información tiene que estar alojada de forma local en cada atracción ya que las no se puede depender de redes como wifi que sufren de latencia y no aseguran el acceso inmediato a la información ni la sincronización milimétrica que se necesita para mantener viva la magia. En muchos juegos tienen una tarjeta por asiento ¿Se imaginan lo que se debe gastar en reemplazos?
Es un ejemplo interesante de como los recursos espaciales y físicos pueden ser limitantes a la hora de construir soluciones y un gran argumento por el cual sirve estudiar ciencias de la computación.
Si quieren ver más sobre como se diseñan y funcionan otras atracciones de Disney y demás parques les recomiendo ampliamente esta cuenta llena de videos imperdibles.
Eso fue todo por esta edición, cortito de viernes, nos vemos la semana que viene con más cosas fantásticas del mundo tech.
Diganme que me extrañaron aunque solo sea parcialmente cierto:
Recomendaciones
Hackearon OCASA y pueden leer el reporte en el mejor lugar o sea en Dark News de
Celeste está menos de USD 2 en Steam, uno de los mejores juegos independientes de los últimos tiempos, vayan y compren
Me ayudás a crecer? ☕️
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Te extrañamos!
Muy interesante! espero que la hayas pasado lindo en el viaje me alegro que vuelvas a escribirr