La vida (en tech) no es una peli de Disney
¿Qué expectativas y miedos le estamos heredando a la siguiente generación de trabajadores en tecnología?
Hola, soy Bel Rey y esto es Sin códigos, un espacio donde reflexiono sobre mis aventuras (y desventuras) en el mundo de la tecnología. Desde mis proyectos personales, trabajo freelance, educación y eventos. Todo lo que me pasa contado con un toque de humo(r), amor y a veces gatos. Podés apoyar mi trabajo con una suscripción o seguir leyendo gratis (no te voy a juzgar).
Estoy en un momento particular de mi recorrido como creadora de contenido: la madurez. Llevo haciendo esto muchos años, muchos más de los que creí que iba a querer. No estoy muy segura de como empecé. Tengo recuerdos difusos de decirle a un amigo mientras salíamos a correr que me iba a armar mi marca personal. Que iba a cambiar de carrera, que me quería dedicar a la educación.
Años y proyectos después puedo decir que llegué. De hecho supongo que llegué varias veces: Tuve la suerte de armar parte del curso fullstack de el ahora difunto Acámica, pasé años excelentes armando contenido y dando clases en CourseIt y ahora estoy por participar en dos Bootcamps de Código Facilito: Bases de la computación y Javascript en el backend.
Pero esto se está poniendo un poco autobiográfico y la realidad es que no vinimos acá para hablar de mi. De lo que quiero hablar hoy es de la cultura tech, y particularmente de la cultura tech alrededor de la educación: ¿Qué mensajes le estamos inculcando a la siguiente generación de desarrolladores?
Pero ¿Qué mensajes son esos?
Hace poco recibí una pregunta en NGL — una plataforma que te permite recibir preguntas anónimas de la gente. La pregunta era la siguiente:
Creo que la industria de IT se llenó de gente que se queja por cada cosita y no están para nada dispuestos a poner esfuerzo ¿No te parece que la entrada a sistemas está super infantilizada y desapareció esa impronta de tener que estudiar constantemente?
Este tipo de preguntas siempre me interpelan a un nivel muy profundo porque es un debate que tengo (con mi propia cabeza) bastante seguido.
Por un lado creo que el mundo de sistemas fue mejorando en muchas áreas y hoy en día por lo menos se habla y se toman medidas por temas que hace diez años no existían. Todo lo que sea diversidad, inclusión, salud mental. Son cosas que en décadas anteriores no se les daba ni una segunda mirada. Y no solamente en sistemas. En la vida en general.
Y para los que sufrimos por pertenecer a minorias muchas veces caemos en la trampa de querer hacer que todo sea mullido y perfecto para las generaciones que siguen. Queremos que sea un poco más simple, que no tengan que remarla cuesta arriba en dulce de leche.
Y creo que en ese discurso a veces nos vamos de mambo. Como cuando se sobreprotege a un hijo. Vos podés llevarte al pibe a vivir en el medio de la montaña y que crezca alejado de todos los males de la sociedad, en su nursery beige, sin roles de género y con toda la cosa progre. Pero si eventualmente querés que viva en sociedad y tenga herramientas para sobrevivir te voy a contar un secreto — no le estás haciendo ningún favor.
Si queremos darle a nuestros hijos las mejores chances de pasarla bien tenemos que enseñarles a navegar el mundo en el que viven y darle herramientas para manejarse. No podemos criar desde la teoría y lo utópico. Con esto no estoy diciendo que aceptemos el status quo y no aboguemos por hacer que todo sea más justo, pero el cambio suele llevar tiempo y por más que finjamos demencia colectiva no vamos a arreglar el mundo de un día para el otro. Y afuera la realidad está llena de bullies, comida azucarada y gente mala en general ¿Qué herramientas tienen nuestros hijos para tomar mejores decisiones?
Ahora, cambiemos ese panorama, en lugar de nuestros hijos tenemos aspirantes a trabajar en IT, criados a base de cursos y consejos de influencers. Nuestra propia nursery beige en tech. Hacete un cursito, mirate unos videos, NO TE QUEMES.
Cuando yo estudiaba tenía un profesor que siempre nos decía que si queríamos que nos fuera bien al principio la teníamos que tryhardear. “En lugar de mirar netflix todas las noches prueben usar ese tiempo para armar cosas para su portfolio. Mientras ustedes miran Netflix otro la está tryhardeando y se queda con el puesto” nos decía. Es como la versión programador de “el muchacho se queda con la chica”. Yo lo detestaba, me parecía otro privilegiado boludo con mucho tiempo libre en sus manos. Pero ¿Saben que es lo que me daba más bronca? Que en el fondo sabía que un poco de razón tenía.
Como mujer progre neurodivergente puedo siempre avalar el mensaje de que si estás estudiando te tomes tus merecidos descansos. Que comas helado en el sillón y te rías de esos posts que te dicen que si tu github está vacío no apliques a ningún trabajo. Pero el tema es que… haciendo eso todo el tiempo tampoco vas para ningún lado.
Creo que, como todo en la vida, la solución está en un difuso medio entre esas dos posturas. No hace falta ir la milla extra todo el tiempo pero tampoco podemos quedarnos en el molde esperando que todo nos pase.
En punto es empezar a identificar los momentos en los que vale la pena hacer ese esfuerzo extra y dedicarlo a cosas que nos den un buen retorno de inversión sobre nuestro tiempo. Ser muy selectivos en que cursos, que proyectos, que habilidades mejoramos. Y ser también muy respetuosos de nuestros espacios de ocio.
¿Cuáles son las habilidades que mejor retorno tienen? Eso va a depende de nuestro perfil. Quizás sea mejorar algoritmia, o perder la vergüenza de hacer livecoding, o aprender conceptos teóricos para que nos vaya mejor en entrevistas.
Quizás es armar mejor nuestro CV / Linkedin / portfolio. Quizás es empezar a compartir contenido en redes.
Lo único que se es que siempre hay que hacer “algo“. Las cosas no pasan solas. El mundo no es un lugar intrínsecamente justo que recompensa nuestro esfuerzo de manera equivalente. A veces hacemos y hacemos y las cosas no pasan. En esos casos lo mejor es cambiar la estrategia, entender que no funciona y probar algo diferente. Y si, muchas veces el problema es haber nacido pobre y sudamericano en un mundo capitalista, pero bueno, aún así, hay que seguir intentando.
Otra cosa que creo que tenemos que dejar de hacer como comunidad es “odiar al que hace“. Y acá quiero remarcar una diferencia: No es lo mismo marcar privilegios que odiar al que hace. Una cosa es señalarle a un empresario que se jacta de su propio mérito que parte de su éxito se debe a los beneficios impositivos que le brinda el estado, otra muy distinta es tirarle hate a un pibe en twitter porque está manija y programa los domingos. Me voy a poner categórica: La primera está bien, siempre sin odio y con mucho respeto. La segunda está mal ¿Por que? Porque no tenemos contexto, por ahí ese pibe realmente es un manija y ama lo que hace, o quizás es simplemente producto de la sociedad en la que vivimos que nos hace creer que tenemos que producir 100% del tiempo. De cualquier modo, no vamos a convencerlo tirando hate. Dejemos ser.
Hace unos meses atrás una chica que me caía muy bien se enojó conmigo en Twitter porque dije que cuando no sale trabajo es bueno cambiar la estrategia de búsqueda. Me saltó con un domingo siete sobre como todos en tech promovemos la productividad constante. Un mensaje muy agresivo realmente, donde lo que más me molestó fue que me asumiera neurotípica. Intenté dialogar pero se nota que tenía bronca acumulada. Ni idea, block.
Yo siempre que puedo intento no promover la postura de hacer todo el tiempo. Siempre priorizo promover el descaso, pero el que te diga que te va a ir bárbaro metiendo un cursito y dejandote estar te está mintiendo. No le importa, lo dice porque suena bien en redes, por los likes.
Lo más gracioso de todo esto es que la mayoría de las personas que yo conozco y con las que trabajé son muy representadas por este comic:
Pero creo que el problema es que también queda bien promover el grind. Es cool, es la que va. Y aunque mucha gente no crea en ese mensaje ni le parezca sano tienen que pretender que si. Y si, es una paja. Pero de nuevo, el mundo no es un lugar perfecto y justo. Y muchas veces el que se queda con el trabajo no es el más capaz, es el que llamó más fuerte la atención.
Y las redes polarizan esto, estás de un lado o del otro. No te haces conocido pintando medios, a nadie le gustan los tibios.
El problema con ese discurso del hacer y de llamar la atención es que deja afuera a los tímidos, a los que no sabemos navegar situaciones sociales, a los que no pertenecen, a los que queremos mirar Netflix porque no podemos más con el existencialismo. Pero aunque sigamos peleando por un mundo más justo nuestra vida es ahora y tenemos que aprender a vivir en contexto.
Volviendo a la pregunta original: ¿No te parece que la entrada a sistemas está super infantilizada y desapareció esa impronta de tener que estudiar constantemente?
Un poco si, pero creo que eso es algo que está pasando en todos los niveles de la vida, no solo en sistemas ni en lo laboral. Es como cuando vemos una remake de Disney y todos los personajes son una minoría. El mensaje de fondo es: VOS PODÉS ESTAR ACÁ, ESTE ES TU LUGAR, NO DEJES QUE NADIE TE DIGA QUE NO. Y si, que les puedo decir, a mi me encanta que millones de chicas se hayan visto reflejadas en una sirena en la pantalla grande por primera vez.
ME ENCANTA.
Pero esas chicas también tienen que saber que si, ESTE ES TU LUGAR pero también HAY MUCHA GENTE QUE NO QUIERE QUE LO SEA. Y vas a tener que pelear todos los días por conservarlo ¿Por qué? Porque el mundo tiene reglas y algunos sacamos el palito corto y algunas cosas nos cuestan el triple ¿Debería ser así? ¿Es justo? No importa. La justicia no tiene nada que ver con esto. Pero teniendo toda la información disponible van a poder tomar mejores decisiones.
No podemos controlar donde nacimos ni de que color somos, lo que toca toca porque la suerte es loca. Pero podemos decidir que hacer con eso cada día de nuestras vidas. Y algunos días vamos a decidir luchar, que está muy bien y otros nos vamos a quedar viendo Netflix que está muy bien también. Que nadie les diga lo contrario.
Nos vemos la próxima <3
Si quieren ver el trabajo que estoy haciendo con Código Facilito o anotarse a los bootcamps:
https://codigofacilito.com/bootcamps
No se olviden de seguirme en redes para mantener al día con mis desventuras:
En Youtube estamos aprendiendo a programar con NodeJS
En Instagram respondemos preguntas de programación
Y en Twitter ya no se muy bien que hago
Ahora si, nos vemos la próxima ¡Adios!
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Gracias por el post! Me gustó que mencionaste lo que generan las rrss/influencers en la gente timida ja. Hay q seguir
Me gusta el punto de vista de bajarle un cambio a la cultura del hustle. Al fin y al cabo, en el día a día del laburo, la mayoría del tiempo es mantener proyectos. Nada que requiera saber armar algo desde cero, donde está el mayor workload. Gracias por compartir!